2006 vio nacer la cuarta edición consecutiva de Arrecife de las Músicas. Un festival en el que las músicas lelgadas desde los rincones más inesperados son las protagonistas. Un evento que destaca por los talleres y mesas redondas que se organizan con la música como factor común.
Exposición Caballeros del Flamenco, del 20 al 26 de mayo de 2006
La cuarta edición del Arrecife de las Músicas se completó con una excelente exposición de fotografías de Paco Manzano, que, bajo el nombre de Caballeros del Flamenco, recoge en más de 150 imágenes a los maestros del flamenco durante la España democrática. Son más de 30 años de flamenco resumidos detrás de gestos, de sombras, de palmas, guitarras, y antesalas de conciertos. Entre los que quedaron inmortalizados en el objetivo de este fotógrafo, especializado en este estilo musical, figuran El Cabrero, Camarón, Chocolate, Agujetas, Enrique Morente, Enrique de Melchor, Farruco y Familia, El Negro, José de la Tomasa, José Mercé, Juan Valderrama, Pepe Habichuela, Vicente Soto Sordera, Paco de Lucía, y muchos más.
Kronos Quartet, 20 de mayo de 2006
En más de 35 años de historia, Kronos Quartet ha participado en más de medio millar de trabajos musicales, algunos de los cuales no han sido registrados ni grabados. En su incomparable evolución artística, han tenido la oportunidad de trabajar con los mejores compositores contemporáneos y de hacer versiones de los grandes mitos del jazz, del rock y de la música clásica. Todo cabe en su particular coctelera, de la que salen joyas que poco a poco han logrado cierto éxito gracias, sobre todo, a que realizan más de 100 conciertos al año. Una de las particularidades de este cuarteto de cuerda es que no componen, se limitan a interpretar la música de otros. Aunque han participado en multitud de proyectos diferentes, hay algunos compositores con los que han tenido una relación mucho más estrecha, entre los que cabe destacar a Phillip Glass, Steve Reich y Terry Riley.
Maria Joao y Mario Laghina, 23 de mayo de 2006
Portugal sigue siendo, a pesar de su cercanía geográfica, un país por conocer. Arrinconado en muchas ocasiones por el mercado anglosajón, el público español tiene un total desconocimietno de la música que ofrece un país que conserva, con exquisita pureza, las raíces de su folclore, de su tradición y de su cultura. Y lo hace gracias a la gran cantidad de artistas, sobre todo de voces femeninas, que heredan ese particular estilo para interpretar con originalidad y brillantez el rico legado de la música poopular lusa. Maria Joao es una de las voces más características y particulares de Portugal. Su estilo es natural y extraño al mismo tiempo, pero el resultado final es asombroso y fascinante. Su participación en este Arrecife de las Músicas debería servir para saldar esa deduda que existe con la cercana cultura lusa, a la que Canarias, además, está muy unida históricamente desde la conquista.
Pierre Favré, 25 de mayo de 2006
La dedicación de Pierre Favré al estudio de su instrumento, su experiencia con otros músicos, el conocimiento de otros estilios, de otras culturas, fue transformando con el tiempo su concepción de la música. Su batería fue poco a poco creando un mundo sonoro único e independiente, desarrollando una nueva concepción de la percusión desde la composición, completamente innovadora y que abrió nuevas perspectivas musicales, haciendo incluso composiciones orquestales partiendo de la batería.
José Mercé, 24 de mayo de 2006
La biografía de José Mercé se parece a la de cualquier otro muchacho nacido en el seno de una familia con antecedentes flamencos: abuelo cantaor, tío cantaor, niño cantaor. A los 13 años se fue a Madrid y comenzó su aprendizaje junto a bailaores de la talla de Mario Maya o Carmen Mora. Con Antonio Gades inició una gira en 1973 por toda Europa. Con él colabotó hasta el 87, y tuvo la oportunidad de rodar dos películas con Carlos Saura: Bodas de Sangre y Flamencos. En la década de los 90, su maridaje artístico con el guitarrista Vicente Amigo le abrió las puertas de otros mercados, a otro tipo de público.
Ray Davies, 8 de junio de 2006
Pocos artistas pueden acreditar un ascendente tan fabuloso en las más diversas direcciones. Sin el magisterio de Davies, Blur jamás podría haber agitado el cotarro del brit-pop durante la década de los 90, Paul Weller o los Smiths se habrían quedado sin musa para algunas de sus mejores páginas, y Big Star no tendría gasolina para prender la mecha del power pop americano. De no haber coincidido en el tiempo con paisanos suyos como unos tales Lennon, McCartney, Jagger o Richards, el amigo Raymond Douglas Davies estaría llamado a pasar a la historia como el autor acaso más decisivo en la ya de por sí seminal década de los 60. Cínico, sarcástico y siempre ingenioso, fino observador de la realidad a pie de calle, este retraído estudiante de arte supo radiografiar como nadie la sociedad británica desde su observatorio privilegiado en el barrio londinense de Muswell Hill, al que le acabaría dedicando un disco completo.
Auditorio Alfredo Kraus
Del 20 al 26 de mayo y 8 de junio de 2006
KRONOS QUARTET
MARÍA JOAO Y MARIO LAGHINA
PIERRE FAVRÉ
JOSÉ MERCÉ
RAY DAVIES